Una calle por la que habrás pasado millones de veces sin saber el curioso origen de su nombre.
Actividades de cultura japonesa, mangas y farolillos rojos en este local que sirve takoyaki, gyoza y yakisoba.
Cocina creativa con un toque de fusión para satisfacer paladares que no se conforman con cualquier cosa.
El fenómeno Bologna está empezando a lanzarse en el mundo tanto por su calidad, como por su forma de comer, informal, para compartir y a buen precio.